Con la pandemia, la experiencia de cliente y la transformación digital han adquirido un protagonismo mucho más allá de lo pensado. Las recientes cifras son elocuentes.
Según SWEOR 2021, el 88% de los consumidores en línea no regresarán a un sitio web después de una mala experiencia. Por su parte Deloitte, en un estudio realizado en el 2021, señala que el 45% de las empresas informaron un mayor crecimiento de los ingresos netos luego de su transformación digital.
Ahora cabe preguntarnos por qué estas dos estadísticas se relacionan y son tan importantes. La respuesta es una sola: el gran propósito de la transformación digital es optimizar la experiencia de cliente, por lo tanto, si entregamos una experiencia de cliente superior, obtendremos un mejor retorno económico de nuestra inversión.